¿Bebé inquieto? Esto es lo que tines que hacer
Cuando escuchas que estás embarazada por primera vez hay un millón de cosas que pasan por tus pensamientos. De repente te das cuenta de los niños que te rodean. Te fijas en ellos como nunca, y empiezas a pensar en cómo se va a comportar tu bebé. En un momento u otro, el pánico se instala cuando te das cuenta de que podrías tener un bebé inquieto.
Luego piensas en tu infancia y le preguntas a tus padres cómo te comportaste cuando eras un bebé. Tus peores miedos son más reales cuando te dicen que les diste canas. Manejar a un bebé inquieto puede ser duro, pero estresarse por ello no te servirá de nada.
Acuerdo entre los padres
Una de las claves para lidiar con un bebé quisquilloso no empieza con el bebé. Comienza contigo y tu pareja. Ambos fueron criados de manera diferente y tienen una idea propia de cómo criar a su hijo. La verdad es que sus puntos de vista pueden diferir significativamente.
Para minimizar los desacuerdos, deben sentarse y decidir las reglas básicas de crianza específicas antes de que nazca el bebé. Por lo menos, cuando el bebé es muy inquieto, tienes una base firme, y eso te permitirá enfrentar mejor los desafíos. Podrás tomar decisiones sensatas y mantener la paz.
Tu comodidad es lo primero
Algunas personas dirán que hay que poner al bebé en su habitación desde el principio, y otras argumentan que el bebé debería estar contigo en la cama, o al menos en su habitación. No hay nada malo en escuchar los consejos de otros padres, pero al final, sois vosotros los que tienen que criar a su hijo.
Aquí es donde usted y su pareja deben decidir qué es lo que funciona para vosotros. Si puedes vivir con un niño pegajoso que no quiere salir de tu habitación, entonces esa es tu decisión. Si quieres que tu hijo se independice y sea autosuficiente desde una edad temprana, entonces puedes optar por una habitación separada. Al final, su cordura está en juego, y vosotros sois los únicos que pueden decidir con qué pueden vivir.
Amor firme
Los niños pueden ser educados para ser inquietos, o pueden ser educados para ser menos inquietos. Es una combinación de personalidad y también lo que tú permites. Necesitan recordar que ustedes son los padres y que pueden tomar decisiones en nombre de su hijo. Si dejas que tu hijo gobierne tus decisiones, entonces habrás perdido la mitad de la batalla.
Los niños inquietos gritarán y harán rabietas, pero ustedes, como padres, pueden mostrarle a su hijo que armar un escándalo no necesariamente le dará lo que quiere. Los niños son egoístas y siempre querrán salirse con la suya. La obediencia no es algo con lo que nacemos, y es algo que nos enseñan.
Establecer una rutina
Para algunos niños, es mucho más fácil caer en un hábito que para otros. Pero la rutina es la mejor amiga de su hijo y de su cordura. Crea una expectativa en tu hijo y sin que lo sepa, empieza a conseguir lo que quiere porque tú le enseñaste lo que quiere.
Les enseñaste que quieren bañarse a la hora de la tarde. Les enseñaste que después de la hora del baño quieren ser alimentados y que después de ser alimentados quieren dormir.
Al principio, van a gritar, llorar y luchar contra lo que tú quieres que hagan, pero si persistes y luchas contra el instinto maternal de ir y calmarte, ganarás esa mini batalla. El trabajo de papá es mantener a mamá sana y evitar que corra hacia el bebé.
La instalación de un monitor visual es una gran manera de proporcionarte tranquilidad. Al menos así podrás ver que el bebé sólo está luchando contra el sueño y eventualmente se dormirá. El mayor secreto es la persistencia.
Pediatra desde 2015, enamorada de mi trabajo. Tengo dos enormes renacuajos y un marido que cocina mejor que nadie.
Máster en Investigación Clínica y Postgrado en Divulgación Científica, también colaboro desde hace años como profesora en varios centros educativos y artículos científicos.
Empecé Revista del Bebé para ayudar a todas las madres y padres que lo pudieran necesitar, y así unifico mis grandes pasiones: los niños y escribir.