Limpieza durante el embarazo: ¿Es seguro?
Por desgracia, las tareas domésticas no desaparecen durante el embarazo (¡por mucho que lo desees!) y, aún más, por desgracia no hay nada que te impida limpiar durante el embarazo. Aparte de las náuseas matutinas, el cansancio y los pies hinchados. Hay algunas cosas que debes evitar, como levantar objetos pesados y utilizar productos químicos tóxicos, pero en su mayor parte puedes seguir como antes.
Durante el primer y el tercer trimestre es más probable que tengas que luchar contra la fatiga y debes tomártelo con calma. Pide a tu pareja o a una amiga que te ayude con las tareas (o que las haga todas por ti) o, si tu presupuesto te lo permite, contrata un servicio de limpieza una vez a la semana para que te ayude a mantenerte al día.
Lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer en las tareas domésticas durante el embarazo
Aunque la mayoría de las tareas y labores domésticas son seguras durante el embarazo, hay algunas cosas que debes evitar o a las que debes limitar tu exposición, ya que pueden perjudicarte a ti o a tu bebé. En algunos casos, tu hijo podría tener un mayor riesgo de desarrollar asma o tener problemas de aprendizaje. Sin embargo, utilizar medidas de protección y evitar ciertas actividades os mantendrá a ambos seguros y sanos.
Sustancias peligrosas
La exposición a determinadas sustancias, como los productos químicos tóxicos, el moho y los microorganismos infecciosos, puede afectaros tanto a ti como a tu pequeño. Tu piel es mucho más sensible durante el embarazo y algunas sustancias químicas pueden irritar tu piel provocando una dermatitis o una erupción que pica e inflama.
En casos extremos, la exposición frecuente a determinadas sustancias químicas durante el embarazo puede provocar un aborto, un parto prematuro o trastornos congénitos en tu hijo. Esto es muy poco probable, pero aun así debes ser consciente de los riesgos para minimizarlos. Estarás perfectamente segura si evitas estas sustancias y limitas tu exposición cuando puedas.
No lo hagas:
- Utilizar productos que digan corrosivo/peligroso/veneno/tóxico. Esto incluye productos de limpieza comunes como la lejía, los limpiadores de hornos y los limpiadores de desagües.
- Utilizar aerosoles y sprays como ambientadores y repelentes de insectos, ya que pueden aumentar el riesgo de asma de tu bebé.
- Prevea la posibilidad de hacer reformas importantes durante el embarazo, especialmente en casas anteriores a los años 70, ya que podría haber pintura con plomo que quedaría expuesta y podría causar problemas como el nacimiento prematuro o el bajo peso de los bebés por nacer, o el aborto espontáneo/parto muerto. Algunas pinturas con base de disolvente, como las imprimaciones, también pueden suponer un riesgo, así que evita pintar tú mismo. Pide a otra persona que lo haga en su lugar y asegúrate de que se ventila bien antes de entrar en la habitación.
- Limpia el moho, ya que puede ser tóxico. El moho puede limpiarse con una solución de lejía diluida, pero las sustancias porosas como el cartón o los paneles de yeso deben desecharse o sustituirse. No dudes en llamar a un profesional para que se ocupe de él si cubre una zona grande. También debes intentar eliminar el exceso de humedad que suele provocar el moho para evitar que el problema vuelva a surgir.
- Cambia la caja de arena. Los gatos pueden ser portadores de un microorganismo que provoca la toxoplasmosis, que puede enfermar y aumentar el riesgo de aborto.
- Mezcla lejía o productos a base de cloro y amoníaco. Esto crea gas de cloro que provoca graves problemas respiratorios. Es mejor no hacerlo nunca, aunque no estés embarazada.
Hazlo:
- Leer las etiquetas de advertencia. Esto te ayudará a decidir qué productos de limpieza debes evitar. Si dice “tóxico”, “peligroso”, “veneno” o “corrosivo”, busca otro producto para utilizarlo.
- Pide a otra persona que se encargue de estas tareas en su lugar. Probablemente agradecerás la excusa (legítima) para evitar limpiar el desagüe o ocuparte del moho. Otras pueden ser más difíciles de dejar de lado, como pintar el cuarto de los niños. Concéntrate en las partes divertidas, como elegir el color de la pintura y montar la habitación recién pintada (una vez que se haya ventilado, por supuesto).
- Ten una ventilación adecuada si no puedes evitar usar uno de los productos mencionados anteriormente. Abre todas las ventanas y puertas. Haz funcionar el extractor del baño mientras estés allí y durante al menos 15 minutos después de haber terminado. Acompáñalo de una mascarilla si te preocupa que te afecten los vapores.
- Utiliza guantes y otras prendas protectoras para minimizar la exposición de tu piel cuando sea necesario. Puedes seguir limpiando el cuarto de baño de forma eficiente mientras proteges tu piel.
- Hazte ecológico! Considera la posibilidad de cambiar a productos respetuosos con el medio ambiente, ya que utilizan sustancias químicas mucho más seguras (para ti, para el bebé y para el medio ambiente). También te hará la vida más fácil una vez que haya llegado el bebé, ya que no tendrás que preocuparte tanto por los productos químicos a los que expones a tu hijo y a tu familia.
- Haz tus propios productos de limpieza. Puedes hacer limpiadores eficaces con limón o vinagre y bicarbonato de sodio. Más abajo encontrarás algunas recetas.
Esforzarse
Durante el embarazo, tu cuerpo se ve sometido a un gran esfuerzo; al fin y al cabo, estás criando a un pequeño ser humano. Algunas actividades son mucho más difíciles durante el embarazo debido a la tensión que ya soporta tu cuerpo. La barriga empieza a estorbar durante el último trimestre, lo que hace que algunas actividades, como llevar el cesto de la ropa sucia, sean mucho más difíciles, y las hormonas, como la relaxina, hacen que sea mucho más fácil hacerse daño levantando objetos pesados.
No lo hagas:
- Levantar objetos pesados. Puede resultar tentador mover los muebles mientras pasas la aspiradora o llevar el cesto de la ropa sucia lleno hasta la lavadora porque no te lo habrías pensado dos veces antes de estar embarazada. Sin embargo, la relaxina y otras hormonas como la progesterona hacen que tus articulaciones y tendones sean mucho más flexibles (para preparar tu cuerpo para el parto) y es más fácil que te des un tirón muscular o te tenses los ligamentos haciendo cosas que antes podías hacer fácilmente.
- Limpiar objetos que requieren agacharse, ponerse en cuclillas o estirarse demasiado, como lavar puertas o ventanas de cristal del suelo al techo o colgar/vaporizar cortinas. Estos movimientos pueden provocar mareos y vértigos, y podrías desmayarte o caerte y hacerte daño a ti misma y/o a tu bebé.
- Súbete a escaleras y sillas. Tu centro de equilibrio cambia continuamente a medida que crece tu vientre, lo que te hace más torpe de lo habitual. Si te caes, puedes hacerte daño a ti misma y a tu bebé, e incluso provocar un aborto.
Hazlo:
- Pasa algunas prendas de la ropa sucia a un cesto más pequeño para llevar una carga cada vez. También será más fácil llevar una carga más pequeña cuando tu barriga del tercer trimestre te ponga las cosas difíciles.
- Pide ayuda. Ya sea para levantar/cargar algo por ti, o simplemente para ayudarte a mover algo, tener a otra persona que te ayude te quitará mucha tensión.
- Presta atención a tu postura al levantar y agacharte: tus ligamentos están más sueltos durante el embarazo y puedes forzar tus músculos. Recoge las cosas doblando las rodillas y utilizando los músculos de las piernas en lugar de agacharte y utilizar los músculos de la espalda. Empuja los objetos grandes en lugar de tirar de ellos. Utiliza las piernas, no la espalda, preferiblemente con ayuda.
Escuche a su cuerpo
Escuchar a tu cuerpo es especialmente importante durante el embarazo, ya que no existe un enfoque único para todos, y cada mujer (y cada embarazo) es diferente. Si te sientes cansada, detente y descansa. Toma un tentempié o una comida cuando tengas hambre o te sientas débil. Evita las cosas que te provocan náuseas. Hay algunas cosas que afectan a tu capacidad para realizar las tareas domésticas y que quizá no hayas tenido en cuenta, sobre todo si es tu primer embarazo.
Fatiga
El agotamiento y la fatiga alcanzan su punto álgido durante el primer y el tercer trimestre, lo que significa que tendrás menos tiempo y fuerzas para limpiar y realizar otras tareas domésticas. Considera la posibilidad de contratar un servicio de limpieza o una empleada doméstica una vez a la semana o haz que tu pareja se encargue de más tareas. También puedes limpiar en segmentos más cortos de 15 minutos durante el día para repartir las tareas. Una vez que llegue el bebé, también agradecerás esta técnica, ya que tu horario estará dictado por sus necesidades.
Tu barriga
A medida que la barriga crece, es más probable que te tropieces con cosas.
Aunque es poco probable que le hagas daño al bebé (está bien protegido), puede que te hagas más moratones. Te resultará más difícil llevar cosas como los cestos de la ropa sucia y puede que te resulte difícil entrar en espacios pequeños como la ducha de la habitación de invitados.
El crecimiento de la barriga también afecta continuamente a tu centro de gravedad, lo que hace que no puedas subirte a una escalera o a un taburete para llegar a lugares altos. No dudes en pedir a otra persona que haga las cosas que te resultan difíciles.
Náuseas
Se trata de un problema principalmente en el primer trimestre, pero algunas futuras mamás desafortunadas experimentan náuseas durante todo el embarazo (si este es tu caso, debes consultar a tu médico para que te ponga remedio). Los olores que inducen a las náuseas, como el del cubo de la basura, la vajilla sucia y el baño, e incluso ciertos productos de limpieza, pueden hacer que realizar las tareas domésticas sea una pesadilla, sobre todo si se combinan con el cansancio. No te cortes en jugar la carta del embarazo para que tu pareja se encargue de estas tareas o pide ayuda a una amiga.
Hacer tus propios productos de limpieza
Los productos de limpieza caseros suelen utilizar menos ingredientes y son mucho más seguros. En la mayoría de los casos, utilizan productos químicos naturales o inofensivos o ingredientes como el vinagre de alcohol, el bicarbonato de sodio y los limones. Estos sencillos ingredientes domésticos pueden combinarse de varias maneras para hacer versiones seguras y ecológicas de casi cualquier solución de limpieza. Estas recetas caseras son igual de efectivas a la hora de limpiar tu casa y pueden ser perfumadas con aceites esenciales para dejar tu hogar con un olor fresco.
Ingredientes comunes para los limpiadores caseros
La mayoría de estos ingredientes probablemente ya están en su despensa, pero si no, se encuentran fácilmente en las tiendas de comestibles. Varios de ellos tienen múltiples usos y beneficios y pueden utilizarse solos o mezclados con otros ingredientes para una limpieza más eficaz.
Ingrediente | Uso / Propósito |
---|---|
Bicarbonato de sodio | Desodorante, limpiador abrasivo, limpieza general |
Vinagre – blanco / destilado | Desengrasante, desinfectante, neutraliza los olores fuertes, elimina las manchas de agua dura |
Limones | Desengrasante, quitamanchas suave, desodorante |
Alcohol – alcohol isopropílico (de frotar) o vodka | Desinfectante, limpiador de cristales |
Peróxido de hidrógeno | Desinfectante, quitamanchas |
Jabón líquido para vajillas | Desengrasante, limpieza general |
Sal | Desinfectante, limpiador abrasivo, desodorante |
Los usos mencionados aquí no son exhaustivos, y a menudo cuando se combinan dos ingredientes, se vuelven más eficaces y sirven para diferentes propósitos. Se pueden utilizar con equipos de limpieza comunes como paños suaves, cepillos para fregar, botellas de spray baratas para limpiar todas las áreas de su hogar.
Recetas de productos de limpieza
A menudo hay sustituciones más seguras para muchos artículos domésticos de uso común, sólo que no son tan conocidas. Si quieres ser más ecológico, o simplemente limitar los productos químicos peligrosos en tu casa, aquí tienes algunos productos alternativos y recetas que puedes utilizar. Las recetas utilizan los ingredientes comunes de la despensa mencionados anteriormente, que se pueden encontrar fácilmente en las tiendas.
La combinación mágica
La combinación de limpieza más sencilla es vinagre y bicarbonato de sodio. Con sólo estos dos ingredientes puedes limpiar casi todo en tu casa:
- Limpiador de hornos y ollas – Para eliminar la grasa endurecida y la comida quemada en hornos y ollas, haz una pasta con bicarbonato de sodio y agua o espolvorea el bicarbonato de sodio y frota con un cepillo húmedo. Déjalo reposar toda la noche y luego límpialo con una esponja húmeda o un paño suave. Utiliza una solución de agua y vinagre para eliminar cualquier resto de grasa.
- Limpiador de desagües y trituradores de basura – Vierte media taza de bicarbonato de sodio en el desagüe, seguida de una taza de vinagre. Deberías oír cómo la mezcla hace ruido. Después de unos minutos, sigue con varias tazas de agua hirviendo para limpiar el desagüe. Este método también se puede utilizar para limpiar los trituradores de basura. Para desodorizar el triturador de basura, haz pasar por él un puñado de hielo y un limón picado.
- Residuos del baño y moho – Rocía una solución de agua y vinagre a partes iguales sobre las manchas de agua dura y moho. O bien, limpia con un paño/esponja empapado en la solución. Deberían desaparecer fácilmente, pero si las manchas o el moho son muy resistentes, déjalo reposar unos minutos, utiliza una solución más fuerte de vinagre o combínala con una pasta de bicarbonato de sodio para fregar. El moho también se puede limpiar con peróxido de hidrógeno.
Limpiador general/de uso general
En una botella de spray, mezcla partes iguales de agua y vinagre con una o dos gotas de jabón líquido para platos. También puedes añadir ingredientes para darle un buen olor como algunos aceites esenciales, cáscara de limón/naranja o hierbas como el romero. Esto limpiará todo, desde los azulejos y las encimeras hasta la ducha.
Nota: No utilices este producto ni ningún otro ingrediente ácido, como el zumo de limón, en encimeras de piedra como el granito o el mármol, ya que el ácido corroe y daña la piedra. Limpie la piedra con agua tibia y jabón y séquela con un paño.
Limpiador de cristales
En una botella de spray, mezcla una solución de vinagre, alcohol y agua. Pulveriza sobre el cristal o espejo que quieras limpiar. Limpia con un paño de microfibra seco o con papel de periódico arrugado para evitar que queden rayas.
Quitamanchas para la ropa
El vinagre o el peróxido de hidrógeno pueden añadirse a la ropa en lugar de la lejía para blanquearla y eliminar las manchas. Para la limpieza de manchas o para las manchas más resistentes de la ropa, puede utilizar uno de los siguientes métodos:
- Haz una pasta de vinagre y bicarbonato. Frótala en la mancha y déjala reposar durante una o dos horas antes de añadirla al siguiente ciclo de lavado.
- Empapa la zona manchada con peróxido de hidrógeno o zumo de limón y déjala reposar al sol durante unos minutos. Añádalo al siguiente ciclo de lavado.
Pulido de muebles
El aceite de oliva o la cera de abejas son excelentes alternativas al abrillantador de muebles comercial. Ayudan a sellar la madera e incluso pueden mejorar el aspecto de las marcas de rozaduras y las manchas de agua. También puedes utilizar productos comercializados como acondicionador de tablas de cortar o bloques de carnicería, que son seguros para los alimentos (¡perfectos para los pequeños que se llevan la boca a todo!). Como siempre, comprueba los ingredientes en las etiquetas.
Limpieza a fondo
La limpieza es lo más importante, o eso dicen. Aunque no te sientas con fuerzas para hacer las tareas domésticas habituales debido al cansancio o a las náuseas matutinas, merece la pena mantener tu espacio limpio y ordenado. Cuando llegue la fase de anidación, querrás hacer más cosas en casa y es importante saber qué puedes y qué no puedes hacer durante el embarazo.
No te avergüences de pedir ayuda cuando la necesites. También es una buena idea aprovechar este momento para cambiar a productos de limpieza ecológicos/naturales, ya que tendrás que seguir teniendo cuidado con los productos químicos cuando llegue el bebé. Sea cual sea el plan para mantener la casa limpia, disfruta de este tiempo, ya que no durará mucho. Feliz limpieza!
Pediatra desde 2015, enamorada de mi trabajo. Tengo dos enormes renacuajos y un marido que cocina mejor que nadie.
Máster en Investigación Clínica y Postgrado en Divulgación Científica, también colaboro desde hace años como profesora en varios centros educativos y artículos científicos.
Empecé Revista del Bebé para ayudar a todas las madres y padres que lo pudieran necesitar, y así unifico mis grandes pasiones: los niños y escribir.