Los primeros alimentos del bebé: Guía completa

Bea Ramos
Bea Ramos
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Ver crecer a tu hijo es uno de los hermosos regalos de la vida. Aunque a la gente le gusta centrarse en lo bueno, no siempre es fácil. Criar a un niño requiere mucho esfuerzo, pasión y paciencia, y no hay mejor ejemplo del duro trabajo que requiere la crianza que el proceso de introducción de alimentos sólidos.

¿Por dónde empezar? Seguramente habrás leído innumerables artículos y escuchado los consejos de todos los que te rodean. Aun así, elegir los primeros alimentos de un bebé puede resultar abrumador. Estamos aquí para aclararlo todo y hacer que la transición de la lactancia materna o el biberón a los alimentos sólidos sea sencilla. Sigue leyendo para saber más sobre cómo abordar los primeros alimentos de tu bebé.

¿Cuándo se introducen los alimentos sólidos?

La introducción de alimentos sólidos es un gran paso para ti y para tu hijo. La Academia Americana de Pediatría recomienda empezar con los alimentos sólidos entre los 4 y los 6 meses. Sin embargo, muchos padres se precipitan, por lo que hay que asegurarse de no precipitar el proceso. Por suerte, hay algunas formas de saber si tu hijo está preparado para empezar a comer alimentos sólidos.

Su hijo controla bien la cabeza

Empezaremos por el control de la cabeza porque es fácil de notar. A los recién nacidos les cuesta mantener la cabeza levantada. A veces es adorable e hilarante, pero también es un indicador importante del desarrollo de tu bebé. Por eso las enfermeras y los médicos se centran en enseñarte los mejores métodos para sostener y alimentar a tu hijo. Tanto si le das el pecho como el biberón, tienes que sujetar correctamente la cabeza del recién nacido hasta que.

Una vez que tu hijo puede sostener la cabeza por sí mismo, está casi listo para recibir alimentos sólidos. Una buena forma de determinar si tu hijo puede sostener la cabeza es sentarlo en una silla alta o en un asiento elevado. Observa atentamente cómo controla la cabeza. Si su cabeza está quieta, está preparado, pero si tiene dificultades, es mejor que no le des los primeros alimentos.

A tu hijo le están saliendo los dientes

La dentición es una buena forma de determinar si un bebé está preparado para su primera comida sólida. La dentición comienza entre los 4 y 10 meses. Es el proceso en el que empiezan a crecer los primeros dientes de tu hijo. Los dientes empujan a través de las encías y se hacen visibles. Aunque puede ser un proceso doloroso tanto para los padres como para los bebés, es una señal de que tu hijo está casi listo para los alimentos sólidos.

Hay algunos síntomas que indican que a tu hijo le están saliendo los dientes. Algunos síntomas comunes son el babeo excesivo, el sueño inquieto y el rechazo a la comida. Por este motivo, se recomienda retrasar la ingesta de alimentos sólidos que requieran mucha masticación hasta que los dientes hayan penetrado en las encías.

Su hijo abre la boca cuando se le ofrece comida

Todos sabemos lo quisquillosos que pueden ser los niños a la hora de comer. A veces se quedan sentados, mirándote fijamente mientras intentas meterles la cuchara en la boca. Puede que pienses que sólo están molestando, pero es su forma de mostrarte que aún no es el momento de comer alimentos sólidos ni de alimentarlos con cuchara.

Esto significa que probablemente tendrás que practicar un poco de ensayo y error. Sienta a tu hijo en su trona o asiento elevado y presta mucha atención a su lenguaje corporal. Si parece estresado y mantiene la boca cerrada, es mejor que no le des alimentos sólidos. En cambio, si se muestra juguetón y abre la boca, es probable que la transición a los alimentos sólidos sea fácil.

Mover la comida dentro de la boca

Otro factor en el que hay que fijarse es si tu hijo puede o no mover la comida dentro de la boca. Esto parece trivial porque es algo natural para los adultos, pero los bebés tienen que desarrollar los reflejos de la lengua para conseguirlo. Si le das a tu hijo alimentos sólidos y se le salen de la boca, deberás esperar un poco. Te recomendamos que esperes una o dos semanas más.

Ten en cuenta que se trata de estimaciones aproximadas. Cada niño es diferente, así que haz uso de tu instinto antes de empezar a darle alimentos sólidos. Siempre es mejor esperar unas semanas en lugar de forzar la situación. Confía en tu instinto como padre para saber cuándo debes insistir y cuándo debes retroceder.

Empezar a dar alimentos sólidos al bebé

Aunque puedes empezar a darle alimentos sólidos entre los 4 y los 6 meses, al principio deberás utilizarlos como complemento. La buena noticia es que probablemente ya tienes una rutina de amamantamiento o de alimentación con biberón que es una ciencia. En esta fase del juego, los alimentos sólidos consisten en enseñar a tu hijo a masticar y tragar, así que no te preocupes demasiado por la nutrición.

Para empezar, introduce los alimentos sólidos durante la hora de comer. Si alimentas a tu hijo con leche o fórmula por la mañana, intenta que coma primero alimentos sólidos. Después, comprueba cuánta fórmula o leche necesitan.

Con el tiempo, los alimentos sólidos se convierten en una diversión para tu hijo. ¿A quién no le gusta una merienda sabrosa, verdad? Esto suele ocurrir entre los seis y los nueve meses. Una vez que notes que tu hijo se emociona visualmente con sus comidas, es el momento de empezar una rutina. Esto significa que puedes empezar a darle alimentos sólidos para el desayuno, la comida y la cena.

Cómo alimentar a tu hijo

Saber cuándo y cómo introducir los primeros alimentos de tu bebé es estupendo, pero aprender a darle de comer puede ser todo un reto. Muchos padres comienzan con la alimentación con cuchara, que enseña a los niños a usar la boca y a sacar la comida de la cuchara. Esto es lo que se recomienda empezar entre los 4 y los 6 meses.

La alimentación con cuchara es divertida y sencilla. Saca un poco de comida del tarro favorito de tu bebé y acércaselo a la boca. En lugar de forzar la cuchara, deja que tu hijo abra la boca y guíala hacia dentro. Vigila de cerca cómo mastica y asegúrate de que traga sin atragantarse.

Cuando tu hijo alcance la edad de 6 a 9 meses, deberás dejar que tome el control. Si es posible, pídele que sostenga una cuchara de bebé y que practique la ingesta de alimentos por sí mismo. Esto va a ser un lío, así que asegúrate de tener a mano un babero o un paño para eructar. Si notas que a tu hijo le cuesta comer de forma independiente, vuelve a darle la cuchara durante una semana más antes de dejarle volver a intentarlo. Los bebés pueden frustrarse, igual que nosotros, y eso podría dificultar el proceso.

Elegir la mejor comida para bebés según la edad

Son muchos los alimentos que puedes introducir a tu hijo. Además, a medida que tu hijo crece, sus necesidades nutricionales cambian. Hay muchos alimentos que puedes introducir, así que vamos a repasar los mejores primeros alimentos que puedes introducir según la edad de tu hijo.

4-6 meses

Cuando tu hijo tiene entre 4 y 6 meses, experimenta muchos cambios. Desde la dentición hasta sostener la cabeza, están empezando a realizar tareas fundamentales para su desarrollo. Aunque a esta edad puedes tener la tentación de introducir una gran variedad de alimentos, te recomendamos que empieces por los cereales de arroz para bebés. Además, debes mezclar los cereales con la leche de fórmula o la leche materna para asegurarte de que tu pequeño se nutre bien y de que los cereales son más fáciles de comer.

Los cereales de arroz son una gran fuente de zinc y hierro. Se trata de nutrientes que tu hijo necesita, pero la leche materna pierde hierro alrededor de este momento, ya que el cuerpo de la madre vuelve a su estado anterior al embarazo. Si bien tendrás que seguir amamantando a tu hijo o dándole leche de fórmula todos los días, tendrá que obtener el zinc y el hierro en otra parte.

Los cereales de arroz son un buen suplemento, pero sólo debes utilizarlos cuando sean necesarios. Debido a los elevados niveles de arsénico que contiene el arroz, no conviene dárselo a un niño pequeño más de tres o cuatro veces al día. La FDA recomienda mantener los niveles de arsénico en la sangre por debajo de 100 partes por billón. Los cereales de arroz para bebés solían estar cerca de esta cifra, pero se han introducido mejoras para cumplir con las directrices de la FDA, así que mientras no le des sólo cereales de arroz, tu bebé estará bien.

6-8 meses

Una vez que tu hijo se acostumbra a comer alimentos sólidos y a moverlos por la boca, es el momento de ampliar su variedad. Si sólo le das de comer lo mismo cada día, no podrá desarrollar el gusto por nada más. Así que, una vez que tu hijo se sienta cómodo, puedes empezar a introducir frutas, verduras y carnes.

Cuando introduzcas estos alimentos, asegúrate de que son purés. Esto facilita que los bebés mastiquen y traguen la comida, disminuyendo el riesgo de atragantamiento. En esta etapa, puedes experimentar con muchos alimentos diferentes. Si quieres introducir o no el pollo y el brócoli es algo que depende de ti; sólo asegúrate de que todo sea lo suficientemente pequeño como para poder tragarlo después de unos pocos bocados.

9-12 meses

Una vez que tu hijo alcance la marca de los nueve meses, es el momento de destetarlo de los alimentos en puré. En lugar de texturas suaves, introduce a tu hijo en alimentos como el puré de patatas, el requesón, el puré de plátano y el pollo desmenuzado. Aunque tardará más en comerlos, le enseñará las habilidades necesarias para comer alimentos para adultos.

Los mejores primeros alimentos para el bebé

Muchos padres se preguntan qué dar de comer a su bebé cuando se inicia en la alimentación. En las primeras etapas, todo debe ser puré y suave, la consistencia de los alimentos para bebés comprados en la tienda. Aunque muchos padres optan por comprar alimentos para bebés comprados en la tienda, hay una gran variedad de opciones para su hijo. A continuación se ofrece una lista de ideas:

  • Cereales para bebés
  • Granos como la avena y el arroz
  • Puré de manzanas y peras
  • Puré de boniato o patata
  • Calabaza
  • Puré de carne bien cocida

Aunque una cantidad cada vez mayor de la nutrición de tu bebé provendrá de los alimentos sólidos, ten en cuenta que tu bebé obtendrá la mayor parte de su nutrición de la fórmula o la leche materna hasta aproximadamente el año de edad.

Una nota sobre la carne

Aunque la lactancia materna tiene algunos beneficios notables, la leche natural requiere a veces una atención especial para asegurarse de que tu bebé recibe los nutrientes adecuados. Si sólo le das el pecho, pregunta a tu pediatra sobre la posibilidad de empezar antes con los purés de carne cocida, ya que tienen grandes cantidades de zinc y hierro que pueden ayudar a complementar la leche.

Alimentos que debes evitar

Queremos que experimentes con muchos alimentos, pero hay algunos que debes evitar. Hasta que tu hijo tenga al menos un año, mantenlo alejado de la leche de vaca tradicional, la miel y las palomitas. Estos alimentos pueden provocar problemas digestivos en tu hijo.

También debes evitar cualquier alimento que le dé problemas a tu pequeño. La hora de la comida debe ser divertida, así que asegúrate de que no se alborota. Desgraciadamente, los bebés pueden ser muy quisquillosos, así que haz algunos experimentos para ver qué funciona.

Introducir la comida con los dedos

Una de las mejores partes de la alimentación de los bebés es ver cómo descubren los alimentos de dedo. Los alimentos que se comen con los dedos suponen un reto para tu hijo porque requieren habilidad para comer, lo que es vital para su desarrollo. Además, los bebés son curiosos y juguetones, por lo que querrán coger todo lo que puedan.

Aun así, hay que tener cuidado con los alimentos de dedo. Puedes introducirlos antes de que tu hijo cumpla un año, pero debes hacerlo con cuidado. Por ejemplo, deberás evitar las carnes procesadas, las salchichas para bebés, los trozos de carne, las verduras grandes y los distintos tipos de frutos secos. Estos alimentos pueden provocar que tu hijo se atragante o desarrolle problemas digestivos si los consume demasiado pronto.

Céntrese en los alimentos que pueden cortarse en trozos pequeños. Algunos buenos ejemplos son las rodajas de plátano, los trozos de galletas, los huevos, las obleas, las galletas saladas, los cereales como las Cheerios, el pollo desmenuzado y las patatas. La clave de la introducción de alimentos para comer con los dedos es la variedad. En lugar de centrarse en un solo alimento que le guste a tu hijo, preséntale una amplia gama de alimentos que ofrezcan diferentes componentes nutricionales.

Aunque los alimentos para chuparse los dedos ofrecen un valor nutricional, los bebés siguen necesitando obtener la mayor parte de su nutrición de los alimentos para bebés. Los niños en edad de crecimiento obtienen los nutrientes de fuentes diferentes a las de los adultos, así que asegúrate de que los aperitivos son complementos y no el plato principal.

Vigila las alergias alimentarias

Las alergias alimentarias dan miedo, sobre todo si se dan en la familia. Aunque esto puede hacer que te abstengas de ciertos alimentos, no significa que debas mantenerlos alejados de tu bebé. Según la Academia Americana de Pediatría, puede ser beneficioso introducir a tu hijo en los alimentos potencialmente alergénicos alrededor de los 4-6 meses.

El estudio demostró que la introducción de cacahuetes en los bebés de entre 4 y 6 años puede prevenir la aparición de alergias alimentarias. Esto incluye alergias como los cacahuetes, los huevos, la leche, el eczema y la enfermedad celíaca. Aun así, a veces las alergias ocurren, así que queremos que estés preparado.

Alergias alimentarias tradicionales

Si le das a tu hijo un alimento nuevo y notas una reacción adversa, es muy probable que tenga una alergia alimentaria. Los síntomas de las alergias alimentarias varían, pero los más comunes son las erupciones, los vómitos, las heces blandas y la hinchazón de la cara. A continuación se describen algunos de los alimentos más comunes que se sabe que causan alergias:

  • Leche
  • Soja
  • Trigo
  • Nueces
  • Piñones
  • Almendras
  • Pacanas
  • Huevos

Estos alimentos son responsables del 90% de las alergias alimentarias. Como cada niño es diferente, cuando introduzca los alimentos por primera vez, preste siempre mucha atención y controle a su hijo.

Intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa es una enfermedad que dificulta la digestión de los productos lácteos, como el queso. La intolerancia a la lactosa es poco frecuente en los bebés. Se trata de una afección que suele desarrollarse a medida que los bebés crecen (normalmente de forma gradual de 1 a 3 años)

Si tu hijo muestra signos de intolerancia a la lactosa, es muy probable que se trate de una reacción a otra cosa. En lugar de excluir los productos animales de su dieta y seguir adelante, es conveniente que te pongas en contacto con tu médico para ver qué está ocurriendo realmente.

Enfermedad celíaca

También debes estar atento a los signos de la enfermedad celíaca. La enfermedad celíaca afecta a 1 de cada 100 personas en todo el mundo. Se trata de una enfermedad que dificulta al organismo la digestión y el procesamiento del gluten. El gluten se encuentra habitualmente en cereales como el trigo. Aunque la enfermedad celíaca es poco frecuente en los niños, es posible que se produzca. Los síntomas incluyen sarpullidos, fiebre, dolor de cabeza, heces blandas, estreñimiento y nerviosismo después de comer.

Cambios que hay que esperar cuando se introducen alimentos diferentes

Sabemos lo alarmantes que pueden ser los cambios en su hijo. Ver una reacción diferente a los alimentos o unas heces descoloridas puede provocar pánico y una visita al médico. Por este motivo, vamos a explicarte algunos cambios que debes esperar cuando empieces a introducir los primeros alimentos fuera de la fórmula.

Cambios en las heces

Una de las primeras cosas que notarás es un cambio en las heces de tu hijo. Cuando llegue el momento de cambiarle el pañal, te encontrarás con una sorpresa maloliente y desagradable. Por muy desagradable que sea, esto es totalmente normal. Estos cambios se producen debido a los azúcares y grasas presentes en los alimentos sólidos.

Dependiendo de lo que le des de comer a tu hijo, sus heces tendrán un aspecto y un olor diferentes. Por ejemplo, las verduras como los guisantes pueden hacer que las heces de tu hijo sean verdes, mientras que las verduras como la remolacha pueden hacer que se vuelvan rojas. Estos alimentos también provocarán un olor más fuerte. La digestión se regulará de forma natural cuando el niño empiece a comer principalmente alimentos sólidos

Cuándo contactar con el médico

Los cambios en las heces son normales, pero hay que tener en cuenta algunas cosas. Lo que hay que tener en cuenta es la estructura de las heces. Si las heces de tu hijo son acuosas y no se solidifican después de cambiar de alimento, es el momento de acudir a tu médico. Además, debes estar atento a las erupciones cutáneas, las lesiones, la hinchazón de la lengua y otros signos de reacciones alérgicas.

Reflexiones finales

Entrar en el mundo de los alimentos sólidos es un momento emocionante. Mientras te centras en nuevas y emocionantes formas de alimentar a tu hijo, elegir los mejores alimentos para su salud es más fácil de decir que de hacer. Por eso, debes seleccionar con cuidado las primeras comidas de tu bebé.

Siempre que cambies las cosas, estés dispuesto a adaptarte y le ofrezcas a tu bebé una amplia variedad de alimentos, tu hijo acabará feliz y sano. Introducir nuevos alimentos en la dieta de tu hijo es una experiencia divertida tanto para ti como para tu bebé en crecimiento, así que haz todo lo posible para que siga siendo así.

Si nota cambios en el estado de ánimo, la salud o el comportamiento de su hijo, consulte siempre a su profesional sanitario. Aunque no sea nada, es mejor prevenir que curar, sobre todo cuando se trata de bebés.

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Pediatra desde 2015, enamorada de mi trabajo. Tengo dos enormes renacuajos y un marido que cocina mejor que nadie.

Máster en Investigación Clínica y Postgrado en Divulgación Científica, también colaboro desde hace años como profesora en varios centros educativos y artículos científicos.

Empecé Revista del Bebé para ayudar a todas las madres y padres que lo pudieran necesitar, y así unifico mis grandes pasiones: los niños y escribir.

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