Tos del bebé – Causas, síntomas, prevención y tratamientos
Ya sea un ladrido, un silbido o un grito, nuestros pequeños parecen toser de forma casi constante durante sus primeros años. Es un sonido demasiado familiar para la madre de un bebé pequeño, y a menudo resulta en una mayor sensación de ansiedad mientras intentas frenéticamente averiguar qué le pasa.
La buena noticia es que la mayoría de la tos de los bebés no es motivo de preocupación. De hecho, los estudios han demostrado que, debido a su sistema inmunitario poco desarrollado, los bebés sufren una media de ocho resfriados al año, que es la causa más común de la tos del bebé.
Pero no todas las toses provienen del resfriado común; algunas son síntoma de algo más peligroso. Y teniendo esto en cuenta, es prudente que cualquier padre o madre entienda las causas, los síntomas, las prevenciones y los tratamientos de la tos del bebé para proteger a sus preciosos pequeños.
¿Qué causa la tos del bebé?
Aunque las infecciones víricas de las vías respiratorias son, con diferencia, las más comunes, hay otras dolencias que también pueden provocar la tos de tu bebé.
Infecciones víricas de las vías respiratorias
Una infección vírica de las vías respiratorias, normalmente un resfriado o una gripe, es con diferencia la causa más común de la tos del bebé. Durante los delicados primeros años de vida, nuestros bebés no han tenido tiempo para que su sistema inmunitario desarrolle defensas contra todos los gérmenes que existen. Como resultado, prácticamente cualquier cepa de resfriado o gripe con la que entren en contacto -hay más de 200 tipos diferentes flotando por ahí- les hará enfermar. En el primer año de vida, el bebé medio sufre hasta ocho resfriados, aunque algunos desafortunados llegan a sufrir hasta doce.
Asma
La segunda causa más común de la tos del bebé es el asma, una enfermedad respiratoria típica de los niños pequeños que afecta aproximadamente a uno de cada cuatro. El asma se produce cuando los pequeños conductos de aire de los pulmones se estrechan debido a la hinchazón e inflamación, lo que hace que el cuerpo produzca más mucosidad. Como resultado, un niño o un bebé con asma tendrá más dificultades para respirar y desarrollará una tos similar a la de las sibilancias. Por suerte, se pueden reducir los síntomas mediante un tratamiento, y muchos niños acaban superándolo.
Alergias
Una de las posibles causas de la tos del bebé son las alergias, que provienen de los alérgenos ambientales que flotan en el aire, como los ácaros del polvo, el polen y el moho. Aunque las alergias a los alérgenos ambientales tienden a presentarse más tarde, durante la primera infancia, los bebés también pueden padecer esta dolencia. Otro tipo común son las alergias alimentarias, que afectan a niños de todas las edades pero que no provocan tos. Las alergias tienden a ser hereditarias, así que si uno o ambos padres tienen problemas, lo más probable es que el niño también los tenga.
Irritaciones
Los factores ambientales pueden irritar la garganta y los pulmones del bebé, provocando una tos desagradable y persistente. El aire frío, el humo y la contaminación son los irritantes más comunes, por lo que es fundamental proteger al bebé de ellos en la medida de lo posible. Otra posible causa de la tos es que el bebé inhale accidentalmente un objeto extraño, como un mechón de pelo de perro, que queda atrapado en la garganta.
Tos habitual
Después de que un bebé se recupere de un resfriado o una gripe, puede desarrollar una tos habitual que persiste durante meses o años. La tos habitual -también conocida como tos somática, tos psicógena o tos de tics- se da con mayor frecuencia en niños en edad escolar, aunque ocasionalmente también se da en bebés.
Infección bacteriana de las vías respiratorias
Aunque es poco frecuente, un bebé puede sufrir una infección bacteriana de las vías respiratorias en el pecho o la garganta, que da lugar a una tos desagradable. Los bebés pueden defenderse de estas infecciones por sí mismos, o un médico puede intervenir para recetarles antibióticos. Una de las infecciones bacterianas de las vías respiratorias más graves es la tos ferina, que es muy contagiosa y requiere hospitalización para los bebés menores de seis meses.
¿Cuáles son los síntomas de la tos del bebé?
El sonido de la tos y los síntomas asociados dependen de la causa de la tos. Los padres pueden hacerse una idea de la causa de la tos de su hijo, pero es necesario consultar con un médico para obtener un diagnóstico fiable.
Un resfriado común o una gripe
La tos procedente de una infección vírica de las vías respiratorias, como un resfriado o una gripe, sonará “floja” y puede hacer que el bebé expulse mucosidad. Este síntoma suele empeorar por la noche, ya que los mocos gotean desde la parte posterior de la garganta y la boca cuando el bebé se acuesta, lo que hace que caigan en la tráquea. Después de combatir la gripe, el bebé puede seguir tosiendo durante varias semanas, lo que se conoce como tos postviral.
Asma
La tos asmática produce un sonido “sibilante” y suele ir acompañada de dificultad para respirar y falta de aire. La tos asmática suele aumentar de intensidad por la noche y después de hacer ejercicio en el caso de los niños. Sin embargo, es difícil de diagnosticar por sí sola: una tos de tipo sibilante es común entre los bebés y los niños y no significa necesariamente la aparición del asma. Además, una tos acompañada de dificultad para respirar podría ser un síntoma de bronquitis.
Si a tu bebé le cuesta respirar, se pone angustiado, cojea o se agota, o hace movimientos de succión profundos en cada respiración, podría estar sufriendo un episodio asmático grave. Llama inmediatamente a una ambulancia.
Alergias e irritaciones
La tos provocada por alergias e irritaciones suele ser algo constante, pero se intensifica considerablemente cuando el alérgeno en cuestión entra en contacto con el bebé. Antes de que aparezca la tos, el bebé sufrirá los síntomas habituales de las alergias, que pueden incluir ojos llorosos, congestión, picor de nariz, dolor de oídos y estornudos. La aparición repentina de una tos violenta con sibilancias o sonidos de ahogo puede significar que el bebé ha inhalado un objeto extraño, lo que requiere atención inmediata.
Tos habitual
La tos habitual se presenta como un sonido de “bocinazo” con alta frecuencia -varias veces por minuto- mientras el bebé está despierto, pero cesará inmediatamente en cuanto se duerma. La tos habitual es poco frecuente en los bebés y suele darse con mucha más frecuencia en los niños en edad escolar.
Infección bacteriana de las vías respiratorias
Si tu bebé padece síntomas graves parecidos a los de la gripe y posteriormente desarrolla una tos violenta y persistente, es posible que se trate de una infección bacteriana de las vías respiratorias. Si escuchas un sonido de “ladrido” cuando el bebé exhala y un sonido de “chillido” cuando inspira, es posible que tu hijo esté sufriendo una tos ferina. Acude inmediatamente al médico.
Cómo tratar la tos del bebé
El tratamiento óptimo para la tos del bebé depende de la causa.
Sin embargo, hay algunos tratamientos generales que podemos utilizar para reprimir la tos de nuestro pequeño sin riesgo de hacerle daño:
- Una cucharada de miel a la hora de dormir puede aliviar el dolor y calmar la garganta. No apto para niños menores de 12 meses.
- El Tylenol y el Ibuprofeno para niños pueden ayudar a aliviar al bebé si tiene fiebre, aunque siempre hay que consultar al médico cuando se detecta fiebre.
- Las gotas de solución salina nasal y los aspiradores de pera pueden succionar el goteo nasal, lo que es perfecto para un bebé que aún no puede sonarse la nariz.
- El agua tibia, el zumo o el té descafeinado pueden ayudar a calmar el cosquilleo en la parte posterior de la garganta, reduciendo así la tos.
Antes de administrar cualquier tratamiento médico, es imprescindible pedir consejo al médico. Aunque los síntomas de la tos del bebé pueden parecer fáciles de diagnosticar en casa, muchos son engañosamente difíciles de identificar, y prescribir un tratamiento equivocado podría hacer más daño que bien.
Un resfriado común o una gripe
Las infecciones víricas de las vías respiratorias suelen ser bastante leves, y el sistema inmunitario del bebé acabará encontrando la manera de defenderse sin necesidad de intervenir. Por lo tanto, no es necesario ningún tratamiento específico. A menudo, el bebé seguirá tosiendo durante algún tiempo después de que la infección haya desaparecido. Este fenómeno común se denomina tos postviral y no es nada preocupante.
Asma
Tras diagnosticar al bebé con asma mediante una prueba de función pulmonar, el médico elaborará un Plan de Acción contra el Asma que incluye una serie de tratamientos para combatir la enfermedad. El tratamiento preferido variará en función de la edad del bebé y de los síntomas. Los tratamientos típicos pueden consistir en aliviadores, como el inhalador Ventolín, o en preventivos y/o controladores en forma de inhalador o de pastillas.
Alergias
Si tu bebé sufre gravemente algún tipo de reacción alérgica, pero no consigues averiguar cuál es, lleva un registro de los síntomas de tu pequeño, incluyendo dónde aparecen y cuándo, y luego comenta las distintas posibilidades con tu médico. Un alergólogo (especialista en alergias) puede ayudar en algunos casos. El médico puede recetar antihistamínicos o un inhalador para tratar la tos relacionada con la alergia.
Tos habitual
La tos habitual es más bien psicológica que física, por lo que no hay ningún medicamento en el mercado para eliminarla. Los niños mayores con casos graves pueden beneficiarse del asesoramiento, la hipnosis o la distracción. Por supuesto, los bebés son demasiado jóvenes para este tipo de terapias psiquiátricas, pero la buena noticia es que la tos habitual en los bebés tiende a desaparecer por sí sola.
Infección bacteriana de las vías respiratorias
La tos de los bebés causada por una infección bacteriana de las vías respiratorias requiere una rápida intervención médica. Lleva a tu bebé al médico, que diagnosticará los síntomas y recetará un tratamiento de antibióticos en la mayoría de las situaciones. Nunca administres tú misma los antibióticos sin la autorización de un profesional sanitario autorizado para no poner en peligro el bienestar de tu pequeño. La tos ferina en un bebé es potencialmente mortal y requiere hospitalización inmediata.
Qué NO dar al bebé para tratar la tos
Ahora que ya sabes qué darle a tu bebé para tratar la tos, veamos qué no debes darle.
Jarabe para la tos
El jarabe para la tos y los bebés no son compatibles, y eso incluye también cualquier otro tipo de líquido antitusígeno. Aunque estos medicamentos pueden hacer maravillas en los adultos y en los niños grandes, contienen demasiados compuestos químicos potentes para ser seguros para los niños pequeños y los bebés. Nunca le des un medicamento para la tos a un niño menor de seis años.
Antibióticos
Los antibióticos son nuestra última línea de defensa para vencer las infecciones bacterianas persistentes de las vías respiratorias, como la sinusitis. Pero eso no significa que podamos utilizarlos siempre que queramos, ya que es fundamental reservar los antibióticos para cuando sean realmente necesarios. Sigue siempre los consejos de tu médico y sólo administra antibióticos cuando te lo indiquen.
Miel
A los padres de todo el mundo les encanta dar una o dos cucharadas de miel a la hora de acostarse para evitar que sus hijos balbuceen toda la noche. Y aunque este antiguo remedio casero es eficaz, no se recomienda para los bebés menores de 12 meses. En los bebés, la miel puede provocar una enfermedad rara y potencialmente mortal llamada botulismo, por lo que es mejor guardar el dulce néctar pegajoso para cuando sean un poco más mayores.
Vaporizadores y humidificadores
Ni los humidificadores, que utilizan agua fría para crear una niebla fresca, ni los vaporizadores, que calientan el agua para crear vapor, han demostrado que ayuden a aliviar la tos del bebé. Además, un bebé podría tragarse la solución del vaporizador por error o quemarse con el vapor, por lo que los fabricantes no recomiendan estos productos para niños menores de dos años.
Cómo prevenir la tos del bebé
“Más vale prevenir que curar”, dice el refrán. Y el adagio se aplica sin duda a la tos del bebé. Para evitar que tu hijo contraiga la tos en primer lugar, ten en cuenta las siguientes estrategias:
Infecciones víricas de las vías respiratorias
Por desgracia, es prácticamente imposible evitar que tu bebé contraiga un resfriado o una gripe durante los primeros años. Sus curiosos cerebros y su total falta de higiene les llevan a meterse en la boca todo lo imaginable, lo que acelera la propagación de las infecciones víricas. Y teniendo en cuenta que hay varios cientos de tipos de virus a los que tu bebé tiene cero inmunidad, enfermar está casi garantizado. Desinfectar incesantemente las superficies que rodean al bebé puede reducir ligeramente la frecuencia de las infecciones víricas, aunque es discutible que merezca la pena el esfuerzo, y significa que puede que no se exponga a suficientes virus como para ganar inmunidad en el futuro.
Asma
El Plan de Acción contra el Asma del médico puede reducir la gravedad de la tos asmática del bebé. El médico puede recomendar el uso de un inhalador preventivo, como Flixotide o Pulmicort, que se administrará a diario para suprimir la tos. Además, un controlador de los síntomas, como Serevent o Formoterol, también puede ayudar a aliviarlos.
Alergias
Evitar que los bebés -o cualquier otra persona- sufran alergias es sencillo: reducir su exposición a los alérgenos en cuestión. Lamentablemente, sin embargo, no siempre es evidente cuál es la causa de la alergia, por lo que tendrás que vigilar a tu bebé de cerca y quizás consultar con un médico o alergólogo. Los alérgenos más comunes que hay que limpiar son los ácaros del polvo, el polen, el moho y el pelo de los animales, especialmente el de los gatos. Presta mucha atención a las grietas junto a la cuna de tu bebé y a sus peluches favoritos, ya que podrían estar llenos de ácaros del polvo.
Irritaciones
Asimismo, la clave para prevenir a tu bebé de los irritantes es eliminar estos elementos de su entorno. Fumar es un irritante importante y se ha demostrado que causa estragos en los pulmones de los más pequeños, por lo que fumar dentro de la casa es algo que está prohibido. La contaminación del aire también puede provocar la tos del bebé, por lo que merece la pena invertir en un purificador de aire si vives en una gran ciudad con mala calidad del aire. Incluso los perfumes pueden irritar los pulmones del bebé; ten en cuenta la cantidad que rocías y dónde.
Infecciones bacterianas de las vías respiratorias
No hay mucho que puedas hacer para evitar que un bebé contraiga una infección bacteriana de las vías respiratorias, pero afortunadamente su aparición es bastante rara. Lo mejor que puedes hacer es proporcionar a tu pequeño una dieta bien equilibrada para reforzar su sistema inmunitario y que pueda defenderse de las infecciones por sí mismo.
Inhalación de objetos extraños
En el mejor de los casos, la inhalación de un objeto extraño irritará la garganta de tu bebé y le provocará tos; en el peor de los casos, es un peligro de asfixia letal. Mitiga el riesgo no dando a tu bebé alimentos peligrosos, como frutos secos enteros, ni dejándole jugar con juguetes pequeños que pueda tragar fácilmente.
Cuándo debes preocuparte por la tos de tu bebé
Aunque la gran mayoría de las toses son un efecto secundario del resfriado común, algunas toses de bebé pueden ser bastante peligrosas y pueden requerir una visita al médico. Ve sobre seguro y lleva a tu bebé a que lo revisen si presenta alguno de los siguientes síntomas
- Una tos que persiste durante más de dos semanas.
- Una tos que comienza repentinamente.
- Una tos intensa que interfiere con el sueño o la vida cotidiana del bebé.
- Tos acompañada de problemas respiratorios, como dificultad para respirar.
- Fiebre alta.
- Cambios en el color de la piel, como palidez o coloración azul.
- Tos en las primeras semanas de vida.
- Pérdida de peso, tos con sangre o sudores nocturnos.
- Tos seca sin respiración rápida o sibilante.
Tos del bebé: Causas, síntomas, tratamientos y prevención
La tos del bebé suele estar causada por una infección vírica de las vías respiratorias, como el resfriado común, que desaparece por sí sola en pocas semanas. Sin embargo, algunos síntomas de la tos son más siniestros, por lo que es mejor que el médico de cabecera haga un diagnóstico.
Pediatra desde 2015, enamorada de mi trabajo. Tengo dos enormes renacuajos y un marido que cocina mejor que nadie.
Máster en Investigación Clínica y Postgrado en Divulgación Científica, también colaboro desde hace años como profesora en varios centros educativos y artículos científicos.
Empecé Revista del Bebé para ayudar a todas las madres y padres que lo pudieran necesitar, y así unifico mis grandes pasiones: los niños y escribir.
El artículo más completo que he visto hasta ahora sobre la tos en bebés!
Enhorabuenta y felicidades por este hermoso blog
Muchísimas gracias por tu comentario, Josefina, nos alegramos mucho.